martes, 23 de abril de 2013

Diego Ventura


Nace en Portugal: Mi padre es de Portugal y quería ser rejoneador, toreaba en Portugal. Tenía poco dinero y disponía de uno o dos caballos prestados de algunos amigos. Las cosas de los inicios, que son difíciles… En estos momentos, mi padre conoce a Ángel Peralta, que le ofrece venirse a Sevilla para que le dome los caballos. Le prepararía los caballos nuevos y a cambio le permitiría torear 30 ó 40 corridas por los pueblos. Después de algún tiempo aquí en España, mi madre se queda embarazada, da a luz en Portugal y se viene para España. Llego a Sevilla con dos meses. Historia de su padre: Mi padre se llama Joao Antonio Ventura. Mi abuelo tenía carnicerías y no estaba mal de dinero, por eso mi abuelo nunca quiso que fuera rejoneador, no lo apoyaba en nada. Mi padre pues se dedicaba a los caballos, compraba y vendía caballos, y con mi edad, 24 años, empezó a torear con algunos caballos que le dejaban. Por ejemplo, un tío mío que se llamaba Diego, por eso me pusieron a mí Diego, le compró su primer caballo, fue el que le ayudó en los inicios. Empezó a torear en Portugal en corridas muy difíciles. Empezó con 16 ó 17 años a torear, pero en condiciones muy difíciles. Cómo sería que toreó siete veces el mismo toro en una plaza, en Albufera, un sitio donde se montaban corridas para los turistas. Así era imposible porque no tenía ayuda, no tenía caballos… Hasta que tuvo la suerte de conocer a los Peralta, que se lo trajeron aquí, y aquí lo dejaron torear en Madrid un par de veces, y toreó por aquí unas 30 ó 35 corridas todas las temporadas. Como era difícil vivir del rejoneo, pues se dedicaba a vender y a comprar caballos. Los ponía a torear, luego otros rejoneadores los veían y se los compraban. Vivíamos de eso, pero era muy difícil ser figura teniendo que vender los caballos buenos. 


Primer recuerdo: El primer recuerdo del caballo y del rejoneo me viene prácticamente desde la cuna. Cuando empecé a andar, la primera cosa que hice con tres o cuatro años fue ir al picadero donde veía a los Peralta y a mi padre montando. 


Vivíamos allí, por lo tanto lo que he visto siempre han sido caballos, cómo toreaban las vacas, cómo entrenaban y mataban toros... Cuando tenía cinco años empecé a montar, cuando tenía seis años don Ángel me dijo por primera vez “¿quieres darle una vuelta a la vaca?”… Esa fue mi primera vuelta y así empezó todo. Con seis años ya toreaba las vacas, me amarraban a la montura para que no me cayera. Primer caballo: Era un caballo negro con el que mi padre se llevó dos años toreando, se llamaba ‘Tul’. Lo que pasó es que el caballo se quedó cojo por una infosura y entonces ya no servía para torear para ellos, pero para mí era ideal y era el que yo montaba todos los días. La decisión: Siempre tuve presente que quería ser rejoneador. Yo era de los que me hacía el malo para no ir al colegio cuando me enteraba de que iban a torear vacas porque lo que quería era montar y verlos entrenar. No hubo un momento justo, yo iba toreando, iba montando con mi padre y cuando me vi preparado pues toreé por primera vez.

CUADRA DE CABALLOS

1 comentario:

Pierre Cochaud dijo...

http://www.flickr.com/photos/99368096@N08/9353087729/in/set-72157634774506978/
Quelques photos de Méjanes. 20 juillet 2013